18/11/07

Vivir entre dos culturas: La historia de mi madre


Paula H. Bloom pauli@netmeister.org

Los que se han mudado a los Estados Unidos de cualquier otro país en el mundo, o cuyos padres son inmigrantes, saben lo que significa "vivir entre dos culturas". Mi madre dejó su país natal de Argentina en 1963 por lo que iba a ser un año para estudiar inglés en la Universidad de Boston. Lo que ella no sabía era que ese año de estudio se convirtió en una residencia permanente pues fue allí que conoció a mi padre, se casó con él, y decidió hacer su vida en los Estados Unidos.
Cuando era niña, jamás se me ocurrió que, en aquel momento, mi madre había tomado una decisión sumamente dolorosa, y que se había sacrificado todo. La suya no es una historia de liberación de malas condiciones económicas en busca de una vida mejor, o de escape de persecución política o religiosa. Su vida en Argentina había sido feliz, su padre era médico, su madre dentista. Había dejado atrás una cultura y una lengua que amaba para quedarse con mi padre y hacerse una vida distinta aquí. Para mí, ella era simplemente mi mamá y yo era una niña americana que por casualidad vivía con dos culturas, escuchando y hablando dos idiomas en casa. Mi hermana mayor, María Valeria, aprendió español antes de aprender inglés, y a veces confundía las dos lenguas, diciendo "globoon" en vez de "globo" o "balloon". Mi madre se dio cuenta de que, por haberle dado un nombre típicamente hispano, mi hermana tenía que escuchar: "Valerie-a?", "¿No es una enfermedad?" , y "¿Cuál es? ¿María o Valeria?". Para evitarme la misma molestia, en mi caso mi madre me dio por Paula, un nombre igualmente aceptado tanto en inglés como en español.