21/2/08

Situacion de desastre en Bolivia: Bolivian@s en Costa Rica se movilizan para apoyar desde la distancia a los damnificados

UNA REFLEXIÓN SENTIDA
Asunta Rojas, a sus 84 años, me pregunta cómo es que el cielo se derramó tanto y no hubieran encontrado ángeles en medio de los peces muertos, arrastrados por el agua; ella, que reza cada noche, que ha criado hijos, nietos y bisnietos; que ha vivido tantas y repetidas inundaciones, creyó que con la luz eléctrica, la tele y los aviones, el mundo había cambiado...

¿Dónde está el río y sus dos orillas que lo diferenciaban de los mares?

¿Dónde quedaron las lagunas encantadas y sus jichis milenarios?

¿Dónde está Camiaco, Boibo, San Bartolo, Marsella, La Fortuna, El Rosario, San Mateo, Los Puentes, Santa Rosa del Paraíso, Loma del Amor, del Masí, la Gran Cruz, Nueva Esperanza, Ibarecito, Puerto Geralda?

¿Dónde están las más de 40 comunidades indígenas asentadas a orillas del Río Isiboro y las otras más del Sécure, el Ichoa, el Chimimita?

Sólo quedan figuras geométricas de lo que antes fueran techos de las casas, y en ellas, parecen dibujados los seres que se aferran a estos únicos refugios; los que antes fueran mortales enemigos: los animales de la casa y los del monte, conviviendo en generosa tregua por la vida. Junto a ellos, las mujeres, los hombres y los niños, vaivenean en canoas solitarias... en el fondo del agua quedaron platanales, las yucas, los camotes, arroz, maíz y todos los frutales...

No sabemos de ellos, no portan documentos; sus nombres no figuran en ningún libro o registro; y alguno que tenía un papel que demuestre nombre y apellido, lo perdió junto a la tierra que era su único sustento.

En el pueblo la gente se apretuja en improvisados campamentos, los hombres son brazos extendidos de las máquinas, luchando metro a metro contra la fuerza líquida que implacablemente avanza...

Empieza otra larga noche para todos. El miedo acecha a los que dormirán abrigados y a los que sólo tienen por techo las estrellas...

De los mosquitos, las hormigas y serpientes venenosas, las grandes sicurices, las enfermedades epidémicas, el calor y la falta de agua en medio de las aguas, el hambre con tantos peces muertos y vacas que flotan infladas como globos; de eso nos ocuparemos más tarde, después de vivir un día más; eso es bastante.
LOS SUCESOS
Las autoridades bolivianas informaron que cerca de 40 personas han muerto y unas 17 mil familias fueron afectadas a causa de las imparables lluvias e inundaciones en el departamento de Beni, en el oriente del país.
Según dijeron, se trata de las peores inundaciones que se han visto en los últimos 25 años."Tengo 27 años en la Cruz Roja. Viví las inundaciones del 82 y del 92, pero ésta es la de mayor magnitud", le dijo a BBC Mundo, Rubén González, director nacional de socorro y desastre de la Cruz Roja boliviana.Según González, ciudades como Santa Cruz y Cochabamba también han sido afectadas por el agua y otras como La Paz y Chuquisaca han sufrido el embate de las heladas y el granizo." Pero la situación más urgente es en Trinidad, capital de Beni", afirmó.
Ernesto Suárez, prefecto de Beni, también reconoce que "son las inundaciones más grandes de que se tenga memoria"Este desastre nos ayuda a unir esfuerzos, para los que vivimos fuera del país, pero al interior de el, ¿ habrá alguna esperanza de recuperarse de este fuerte impacto? ¿Que opina al respecto?
Por Carlos Alriñez (Costa Rica) http://bolivianosencostarica.blogspot.com/2008/02/situacion-de-desastre-en-bolivia.html

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